ANÉCDOTAS DE SANTOS
Anécdota n°129
San Martín de Tours - Un manto de caridadMartín se hallaba acuartelado en Amiens. Un día de un invierno muy crudo, se encontró en la puerta de la ciudad con un pobre hombre casi desnudo, que temblaba de frío y pedía limosna a los transeúntes. Viendo Martín que la gente ignoraba al infeliz mendigo, pensó que Dios le ofrecía la oportunidad de socorrerle; pero, como lo único que llevaba eran sus armas y su uniforme, sacó su espada, partió su manto en dos y regaló una de las mitades al mendigo, guardando la otra para sí. Algunos de los presentes se burlaron al verle vestido en forma tan ridícula, pero otros quedaron avergonzados de no haber socorrido al mendigo. - Martín, aunque sólo eres catecúmeno, me cubriste con tu manto. De hecho, este gesto de compasión lo hizo sin estar aún bautizado. |
"La vida es un don maravilloso de Dios y ayudar a los pobres, material y espiritualmente, más que un deber es un privilegio; porque Jesús, Dios hecho hombre, nos ha asegurado: 'Cuanto hagan a uno de estos pequeños, es a mí a quien lo hacen'."
(Beata Madre Teresa de Calcuta)