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AYUNO

Santos

“Fundamentalmente el ayuno no es una cuestión de estómago, sino de corazón.” (San Agustín)

“Amigo mío, el demonio no hace mucho caso de la disciplina y de otros instrumentos de penitencia. Lo que le pone en bancarrota son las privaciones en el comer, beber y dormir. Nada teme tanto como esto, y por lo mismo nada es tan agradable a Dios. ¡Oh! ¡Cómo he tenido ocasión de experimentarlo! Cuando estaba solo, y lo estuve por espacio de ocho o nueve años, como podía entregarme sin medida a mis aficiones, llegaba a pasar días enteros sin comer… Entonces conseguía de Dios cuanto quería para mí y para los otros.” (San Juan María Vianney)

Ayunar de no decir nada que haga mal a otro. Pues ¿de qué te sirve no comer carne si devoras a tu hermano?” (San Juan Crisóstomo)

“El cuerpo del que ayuna se hace diáfano y liviano, la vida interior se perfecciona y se manifiesta por visiones maravillosas, las sensaciones exteriores se anulan y la inteligencia, abandonando la tierra, se eleva hacia el cielo y toda entera se sumerge en la contemplación del mundo espiritual.” (San Serafín de Sarov)

“El ayuno es una terapia para curar todo lo que nos impide conformarnos a la Voluntad de Dios” (Benedicto XVI)

“El ayuno no da fruto si no es regado por la misericordia, se seca sin este riego; lo que es la lluvia para la tierra, esto es la misericordia para el ayuno.” (San Pedro Crisólogo)

Ayunen los ojos de toda mirada curiosa. Ayunen los oídos, no atendiendo a las palabras vanas. Ayune la lengua de la murmuración, de las palabras vanas, inútiles. Ayune la mano de estar ociosa. Pero ayune mucho más el alma misma de los vicios y pecados.” (San Bernardo)

“La mejor penitencia es tener paciencia con las penas que Dios permite que nos lleguen. Una muy buena penitencia es dedicarse a cumplir exactamente los deberes de cada día y a estudiar y trabajar con todo empeño.” (San Pedro Damián)

 

Biblia

“Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.” (Mt 6, 16-18)

"Este es el ayuno que yo amo -oráculo del Señor-: soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne." (Is 58,6-7)