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SANTIDAD


Santos

“Nuestro progreso en la santidad depende de Dios y de nosotros mismos, de la gracia de Dios y de nuestra voluntad de ser santos. Nos hace tomar en serio el compromiso vital de llegar a la santidad. «Quiero ser santo» significa: Quiero desligarme de todo lo que no es Dios, quiero despojar mi corazón de todas las cosas creadas, quiero vivir en la pobreza y en el desprendimiento, quiero renunciar a mi voluntad, a mis inclinaciones, a mis caprichos y gustos, y hacerme el servidor dócil de la voluntad de Dios.” (Madre Teresa de Calcuta)

“En cierta ocasión comprendí, cuánto le desagrada a Dios la acción, aunque la más laudable, sin el sello de la intención pura; tales acciones incitan a Dios más bien al castigo que a la recompensa.” (Santa Faustina – Diario 484)

“Yo creo que no sería muy difícil ser santos, yo creo que si dejáramos que se haga en nosotros siempre la Voluntad de Dios, podríamos de verdad, ser santos. Si realmente nos propusiéramos, poniendo en ello toda nuestra vida, lo podríamos lograr, porque Dios quiere nuestro esfuerzo, nuestra lucha y después sólo hay que dejarlo hacer a El, pues la santidad no es algo que ocurre en nosotros, sino Alguien que llega. La santidad viene de Dios.” (Alfonso Lambe)

“El camino a la santidad comienza dejándonos vaciar y transformar por el mismo Jesús, para que Él llene nuestro corazón y podamos luego dar de nuestra abundancia.” (Madre Teresa de Calcuta)

“La santidad tiene muchas formas, como la gracia que es su germen. Demos pues nuestro fruto, el que nos es propio, y démoslo a su tiempo, y no miremos los de los demás sino para admirarlos.” (Fr. Ambrosio de Lombez)

“Mi santidad y perfección consisten en una estrecha unión de mi voluntad con la voluntad de Dios.” (Santa Faustina – Diario 1107)

“Los santos son como multitud de pequeños espejos en los que Jesucristo se contempla.” (Santo Cura de Ars)

“La santidad consiste, en vivir con convicción la realidad del amor de Dios, a pesar de las dificultades de la historia y de la propia vida. El Sermón de la Montaña es la única escuela para ser santos.” (Juan Pablo II)

"La santidad no consiste en tal o cual práctica, sino en una disposición del corazón (del alma) que nos hace humildes y pequeños en los brazos de Dios, conscientes de nuestra nada y confiados hasta la audacia en la bondad del Padre." (Santa Teresita del niño Jesús)

“Quiero ser santa, pero no a medias, sino completamente... En lugar de desanimarme, me he dicho a mí misma: Dios no puede inspirar deseos irrealizables; por lo tanto, a pesar de mi pequeñez, puedo aspirar a la santidad.” (Santa Teresita del Niño Jesús)

“Un gran deseo de ser santo, es el primer peldaño para llegar a serlo; y al deseo se ha de unir una firme resolución.” (San Alfonso María de Ligorio)

“Un santo triste es un triste santo.” (San Francisco de Sales)

“La santidad consiste en estar siempre alegres.” (San Juan Bosco)

“La santidad es muy sencilla, dejarse confiada y amorosamente en brazos de Dios, queriendo y haciendo lo que creemos que Él quiere. Los santos fueron santos, porque quisieron, con inmenso querer, ser fieles.” (Madre Maravillas de Jesús)

“La santidad no es un privilegio para algunos, sino una obligación para todos, "para usted y para mí".” (Madre Teresa de Calcuta)

“Nuestro objetivo es la santidad: ser perfectos como nuestro Padre. Nuestra santidad es guardar su Vida, aumentarla con una unión siempre más íntima con Aquel que es la fuente" (Edel Quinn)

“Nuestros  pensamientos y deseos de santidad, nuestra sed de amor a Dios no proceden de nosotros sino del Espíritu Santo. Por tanto, si Él los sitúa en nuestros espíritus, es porque tiene la intención de enseñarnos a cumplirlos. Nuestras perversas inclinaciones, nuestras debilidades no hacen más que glorificar su gracia en lo que Él cumple en nosotros. Para “reducir como el Bautista” dejémosle que obre en nosotros su voluntad. Parece que Dios pide una vida más completamente para Él. Menos comodidades. Más en su compañía en el Santo Sacramento.” (Edel Quinn)

"...sé un santo, chíflate por Cristo, sólo para esto sirve la vida." (San Alberto Hurtado)

"Santos, santos, hombres chiflados por su ideal. Para los cuales Cristo es una realidad viviente, su Evangelio un código siempre actual, su mensaje algo perfectamente aplicable a su vida y que tratan de vivirlo...hombres que se esfuercen en amar y servir a sus hermanos, como Cristo los serviría; ésos son los conquistadores del mundo." (San Alberto Hurtado)

“En el Reino de los cielos los más grandes no son los ministros sino los santos.” (Beato Juan Pablo II)

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