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SILENCIO


Santos

“El silencio de la mente y del corazón: la Virgen María "conserva cuidadosamente todas las cosas en su corazón ". Este silencio la aproximó tanto al Señor que nunca tuvo que arrepentirse de nada.” (Madre Teresa de Calcuta)

“El silencio de la lengua nos ayuda a hablarle a Dios. El de los ojos, a ver a Dios. Y el silencio del corazón, como el de la Virgen, a conservar todo en nuestro corazón.” (Madre Teresa de Calcuta)

“La lengua es un órgano pequeño, pero hace cosas grandes. Una religiosa que no es callada, nunca llegará a la santidad, es decir, no será santa. No se haga ilusiones; a no ser que el Espíritu de Dios hable por ella, en tal caso no debe callar. Pero para poder oír la voz de Dios, hay que tener la serenidad en el alma y observar el silencio, no un silencio triste, sino un silencio en el alma, es decir, el recogimiento en Dios. Se pueden decir muchas cosas sin interrumpir el silencio y, al contrario, se puede hablar poco y romper continuamente el silencio. Oh, qué daños irreparables causa no guardar el silencio. Se hace muchos daños al prójimo, pero sobre todo a su propia alma.” (Santa Faustina – Diario 118)

“Según mi opinión y mi experiencia, la regla del silencio debería estar en el primer lugar. Dios no se da a una alma parlanchina, que como un zángano en la colmena zumba mucho, pero no produce miel. El alma hablantina está vacía en su interior. No hay en ella ni virtudes fundamentales, ni intimidad con Dios. Ni hablar de una vida más profunda, ni de una paz dulce, ni del silencio en el que mora Dios. El alma sin gustar la dulzura del silencio interior, es un espíritu inquieto y perturba este silencio en los demás. Vi a muchas almas en los abismos infernales por no haber observado el silencio. Ellas mismas me lo dijeron cuando les pregunté cuál había sido la causa de su ruina. Eran almas consagradas.” (Santa Faustina – Diario 119)

“El alma silenciosa es fuerte; ninguna contrariedad le hará daño si persevera en el silencio. El alma silenciosa es capaz de la más profunda unión con Dios; vive casi siempre bajo la inspiración del Espíritu Santo. En el alma silenciosa Dios obra sin obstáculos.” (Santa Faustina – Diario 477)

El Cura de Ars contaba la siguiente anécdota: “Un santo dijo un día a uno de sus religiosos: “Ve al cementerio e injuria a los muertos”. El religioso obedeció, y al volver preguntóle el santo: “¿Qué han contestado?”. “Nada”. “Pues bien, vuelve y haz de ellos grandes elogios”. El religioso obedeció de nuevo. “¿Qué han dicho esta vez?” “Nada tampoco”. “¡Ea!, replicó el santo, tanto si te injurian, como si te alaban, pórtate como los muertos.”

“Verdaderamente es gran humildad el callarse cuando se es menospreciado o juzgado por algo que uno no hizo. De un modo similar al de Cristo que silenciosamente soportó las falsas acusaciones y afrentas. Es conveniente poner mucho empeño en esto porque trae consigo grandes ganancias. Mientras que en lo contrario, en el continuamente disculparse, no hay ningún provecho. Se necesita fortaleza, no corporal sino de arriba, para poder callar cuando se es acusado injustamente. Hay que pedirle al Señor verdadera humildad.” (Santa Teresa de Jesús)

Biblia

"El sabio guarda silencio hasta el momento oportuno, pero el petulante y necio no se fija en el tiempo." (Ecli 20,7)

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